domingo, 8 de marzo de 2009

Dedicado a un galego en la Nordia


Hacer un bizcocho es una acción precisa y matemática que requiere de una especial concentración. Los elementos externos condicionan de manera fulgurante el resultado final y nuestra predisposición hacía la masa harán que ella suba agradecida en el horno o decida quemarse por los bordes y hundirse en su interior, deprimida y derrotada. Y es que el bizcocho, a pesar de ser barato y campechano y no tener el glamour y la suntuosidad de una tarta con crema Chantillí, es sensible, exigente y seguramente intentará por todos los medios que estemos pegados a la puerta del horno observando su realidad cambiante.

En el bizcocho también influyen otros condicionantes externos, imprescindible, por ejemplo, es tener los elementos necesarios, sin los cuales su realización sería imposible. En primer lugar, un horno, ingredientes, un bol, paciencia y música apropiada (Copla para un bizcocho de yogur de los de toda la vida, Nina Simone y Aretha para un despechado y profundo bizcocho de chocolate al brandy o Metallica para un potente Brownie, todo dependerá del estado de cada uno y de lo que estemos buscando con el resultado fina).

Hoy yo he decidido visitar a mi vieja amiga Simone Ortega y me ha convencido de que haga su receta 930: Bizcocho de Chocolate, al que le añadiré brandy, no por estar despechada, sino más bien por escuchar a Nina Simone y ser un poco alcohólica.

Bizcocho de Chocolate (al brandy)

Ingredientes (según Simone)

. 3 huevos
. Su mismo peso de harina (...me pregunto si habrá que pesar los huevos o es más una cuestión de intuición)
. Su mismo peso de azúcar
.Su mismo peso de mantequilla
.Su mismo peso de chocolate (aunque Simone no esté actualizada en este aspecto, yo recomiendo el chocolate en tableta especial repostería de Nestlé)
.Una cucharadita de las de moka de levadura (me pregunto por qué las cucharas de moka son más pequeñas y qué es exactamente la moka y por qué requiere tamaños reducidos)
. Un poco de mantequilla y harina para untar el molde.
. Sal (en este punto también difiero con Simone, ella quiere la sal para que las claras se monten más firmes, sin embargo, la sal hace que los alimentos se deshidraten, es decir, pierdan su agua. En este sentido, el aire que insuflamos a las claras para que suban se rellenará de líquido por el efecto salino, consiguiendo un resultado inverso al deseado... en fin, reflexionad sobre la cuestión, pero yo optaré por obviar la sal)

Preparación:

Lo primero, servirse una copa de Brandy u otro tipo de alcohol y poner la música deseada, recordad que condicionará el resultado.
Derretir la mantequilla y añadir el chocolate troceado. Derretir a fuego lento y añadir un chorro de brandy (fundamental que sea a ojo, según el baremo de cada uno).
Cuando esté bien derretido se aparta del fuego y se añade el azúcar, se mueve bien y se incorporan las tres yemas de huevo una por una (esto es, una, remueves, otra remueves...). Se añade poco a poco la harina mezclada con la levadura y preferentemente tamizada. Por último, añadimos las claras a punto de nieve con cuidado. Este es un momento crucial del proceso, ya que a las claras hay que tratarlas lentamente y con cariño, sino te dejarán en la estacada y dejarán de ser nieve para volver a ser líquido.
Por último, vertemos todo en un recipiente previamente untado con mantequilla y harina.
Llevamos al horno a una temperatura que Simone califica de "templada suave" yo calculo que esto serán unos 150 grados, durante 50 minutos.

Aunque no hace falta estar con la cabeza pegada al horno, si es conveniente pasarse de vez en cuando y preguntarle como se siente. Si no contesta, le pincharemos con un alambre o similar para comprobarlo por nosotros mismos.

Sacar del horno y desmoldar cuando esté templado.

Fin y a disfrutar ;)

4 comentarios:

Javi dijo...

¿Esto es la segunda parte de "Diálogos sobre las diferentes formas y estados del huevo"? jejeje Que bueno. Beso! Ciao!

Catatónica dijo...

Las reflexiones sobre las diferentes mutaciones del huevo merecen un post individual! Aunque el estado del huevo "punto de nieve" juega aquí un papel muy importante

sergio dijo...

No todos los días le dedican a uno unas palabras en un espacio público con unos 4.000 millones de lectores potenciales. Y no todos los días me lo dedican a mi. Así que mi agradecimiento y un gran beso que te llegue desde la Nordia. Mañana tengo visita de un colega con su niño que tiene la misma edad que Elvira. Mi colega se llama Love, justo, Love. Ya me molaría poder llamarlo Loooof, o Dr Loooof, pero en la Nordia se pronuncia Lube. En fin, que hemos hecho un pedido de alcohol a Alemania así que regaremos tu receta con algún que otro licor y lo que quede caerá en el bizcocho. El lunes escribo en el blog el resultado de tu receta y reflexionaré sobre la atracción de l bizcocho y el homínido que lo produce al introducirlo en el horno. Realmente has dado en el clavo, lo que hace que los blogs no pasen de 15 post no es la vagancia del escritor, sino la soledad del blogero y tú has captado esa soledad y la has transformado en la esencia de la continuidad o el abandono. Me refiero al apoyo y a la inspiración. El lunes espero poder inspirarte porque escribiendo este comentario espero contribuir a apoyarte. Un besazo

Clarilla dijo...

Tengo que probar esto ya.
:)