martes, 5 de mayo de 2009

Mis seis razones para el arte

Hoy me he comprado el libro de Andy Warhol "Mi filosofía de A a B y de B a A" y la "otra" Helena me preguntaba"¿De verdad te interesa saber lo que diga este tío?" y la verdad es que sí, me interesa. Me interesa leer a Warhol soltando una tras otra absurdez sobre tipos de papel pintado, la muerte, las drogas o la última crema para las arrugas. La pregunta es por qué me interesa, más allá de la pura inquietud (más bien ansias de cotillear) sobre el Warhol de primera mano y no a través de intermediarios o poses delante de una cámara.
A raíz de esto, he aquí mis seis razones para el arte:

1.- Dentro de mi pequeña frustración creativa, los artistas y sus obras completan mis talentos atrofiados. Es mi forma de catarsis para proyectarme y reescribirme en las obras.

2.- Aunque Bruce Nauman decida pegarse un tiro en un brazo o coger una insolación por pura locura juvenil o para ver que se siente, creo que un mundo tan mediocre, las vidas al límite merecen su atención.

3.- Por que admiro a aquellos que utilizan sus miedos, indecisiones, su ego, su dolor... y los procesan y transforman en algo tangible y además, son constantes para seguir haciéndolo en el tiempo. Aunque para ellos sea una tortura no poder desvincularse de "su obsesión".

4.- Por que sin arte estaríamos muertos de alienación y de inanición mental.

5.- Por que a lo largo de la historia las tendencias artisticas siempre han sido motivo de cabreo para aquellos que se hartan de decir lo de "esto es un escándalo" "esto no sirve para nada" o "esto lo puede hacer cualquiera" (según la época). Me pregunto por qué algo tan inutil causa tanta polémica. Gracias a este montón de gente siempre cabreada me gusta aún más el arte.

6.- Por qué es la forma más entretenida de contestar a las eternas preguntas existenciales. También es la forma más entretenida de conocer lo que fuimos, somos y hacía donde vamos.

Y lo dejo sólo en seis que últimamente estoy bastante pedante.




sábado, 25 de abril de 2009

Catatónica defined


El otro días, después de tirarme un buen rato pensando y diseñando cabeceras, todas me parecían una mierda (y realmente un poco lo eran jeje). Hoy las Guerrilla Girls (y mi amigo Carlos, que me las ha nombrado) me han dado inspiración. Parece que Catatónica ya se siente más a gusto con su imagen. Ahora lo único es descubrir como se quitán las líneas esas blancan que enmarcan horriblemente la foto.

Aquí os dejo la obra orginal, que es realmente genial.

La musa orgánica


Adentrarse en la instalación que ha preparado Pipilotti Rist en el Museo Boijmans van Beuningen de Rotterdam es como volver al útero materno. Un espacio cálido, suave, pensado para acogerte, acunarte y llevarte a su universo particular. Un soplo de vida, un retorno al origen.
Elixir es igual a la búsqueda de un espacio natural radical, íntimamente femenino, sensual y orgánico. Un mundo de formas redondeadas, música suave y alfombras de colores cálidos, en el que la intención de la artista es devolvernos a ese paraíso natural al que el hombre moderno ha renunciado. La musa de Pipilotti encarna la feminidad radical, la dadora de vida que nos recuerda el poder telúrico de la carne. Puede crear y destruir, es bella pero es real, es mujer pero es animal.
Aunque creo que mucho mejor que yo, dejaremos a la artista suiza que nos hable de Elixir. Una obra creada para quedarse agarrada a la piel del espectador.


Elixir: The Video Organism of Pipilotti Rist - interview from Museum Boijmans Van Beuningen on Vimeo.

sábado, 4 de abril de 2009

Catatónica undefined








Catatónica está en tiempo de renovación. Sin embargo, no sabe que estilo quiere tener, si de azul Klein, con homenaje a Rauschenberg incluido, o rollo cocktail frappé sangriento. Sé un buen visitante y ayuda a Catatónica a definir su personalidad (también puedes sugerirle otras que creas que vayan con ella o expresar directamente que ambas te parecen una mierda) ayyy, ¡qué indecisión!

domingo, 15 de marzo de 2009

New York is all around


Nueva York está por todas partes. Está en los libros que leo, en la gente que conozco, en las películas que veo y en los dominicales que ojeo.
Francisco Ayala cumple 103 años, ha escrito todo, ha visto todo, ha sido y es memoria y guardian del siglo XX. En una entrevista, entre otras cosas, recuerda el caos de Nueva York.
En 1974 un francés poeta con los pies en el cielo decide realizar un acto sublime, cruzar los 43 metros que separan las Torres Gemelas de Nueva York usando un cable de funambulista y haciendo equilibrios sobre él durante casi una hora. El prefiere referirse al suceso como un acto "poético-criminal".
Una de mis mejores amigas consigue una beca para irse a Nueva York y me cuenta que Moby pincha a 10 euros debajo de su ventana. Vive en el Soho en un posmoderno y globalizado ambiente intercultural e interracial.
Nueva York es el destino de moda. Los snobs aprovechan para irse de compras, a su vuelta solo han visto la Estatua de la Libertad y Central Park. Vienen cargados de Levi's y Converse que compraron "mucho más barato que en España". Al aterrizar un gran sentimiento cosmopolitan les invade y dicen "Nueva York ya no es lo que era, se ha vuelto demasiado snob".
Nueva York es la esencia del arte. Ese melting point donde todos los artistas, poetas y bohemios han de ir para realizarse como tal. Warhol no hubiera sido Warhol sin Nueva York.
Las peliculas de superheroes no son nada sin Nueva York, las de acción tampoco.
New York, New York el destino que me persigue, del que me separan billetes de avión a precios bastante impopulares.

domingo, 8 de marzo de 2009

Dedicado a un galego en la Nordia


Hacer un bizcocho es una acción precisa y matemática que requiere de una especial concentración. Los elementos externos condicionan de manera fulgurante el resultado final y nuestra predisposición hacía la masa harán que ella suba agradecida en el horno o decida quemarse por los bordes y hundirse en su interior, deprimida y derrotada. Y es que el bizcocho, a pesar de ser barato y campechano y no tener el glamour y la suntuosidad de una tarta con crema Chantillí, es sensible, exigente y seguramente intentará por todos los medios que estemos pegados a la puerta del horno observando su realidad cambiante.

En el bizcocho también influyen otros condicionantes externos, imprescindible, por ejemplo, es tener los elementos necesarios, sin los cuales su realización sería imposible. En primer lugar, un horno, ingredientes, un bol, paciencia y música apropiada (Copla para un bizcocho de yogur de los de toda la vida, Nina Simone y Aretha para un despechado y profundo bizcocho de chocolate al brandy o Metallica para un potente Brownie, todo dependerá del estado de cada uno y de lo que estemos buscando con el resultado fina).

Hoy yo he decidido visitar a mi vieja amiga Simone Ortega y me ha convencido de que haga su receta 930: Bizcocho de Chocolate, al que le añadiré brandy, no por estar despechada, sino más bien por escuchar a Nina Simone y ser un poco alcohólica.

Bizcocho de Chocolate (al brandy)

Ingredientes (según Simone)

. 3 huevos
. Su mismo peso de harina (...me pregunto si habrá que pesar los huevos o es más una cuestión de intuición)
. Su mismo peso de azúcar
.Su mismo peso de mantequilla
.Su mismo peso de chocolate (aunque Simone no esté actualizada en este aspecto, yo recomiendo el chocolate en tableta especial repostería de Nestlé)
.Una cucharadita de las de moka de levadura (me pregunto por qué las cucharas de moka son más pequeñas y qué es exactamente la moka y por qué requiere tamaños reducidos)
. Un poco de mantequilla y harina para untar el molde.
. Sal (en este punto también difiero con Simone, ella quiere la sal para que las claras se monten más firmes, sin embargo, la sal hace que los alimentos se deshidraten, es decir, pierdan su agua. En este sentido, el aire que insuflamos a las claras para que suban se rellenará de líquido por el efecto salino, consiguiendo un resultado inverso al deseado... en fin, reflexionad sobre la cuestión, pero yo optaré por obviar la sal)

Preparación:

Lo primero, servirse una copa de Brandy u otro tipo de alcohol y poner la música deseada, recordad que condicionará el resultado.
Derretir la mantequilla y añadir el chocolate troceado. Derretir a fuego lento y añadir un chorro de brandy (fundamental que sea a ojo, según el baremo de cada uno).
Cuando esté bien derretido se aparta del fuego y se añade el azúcar, se mueve bien y se incorporan las tres yemas de huevo una por una (esto es, una, remueves, otra remueves...). Se añade poco a poco la harina mezclada con la levadura y preferentemente tamizada. Por último, añadimos las claras a punto de nieve con cuidado. Este es un momento crucial del proceso, ya que a las claras hay que tratarlas lentamente y con cariño, sino te dejarán en la estacada y dejarán de ser nieve para volver a ser líquido.
Por último, vertemos todo en un recipiente previamente untado con mantequilla y harina.
Llevamos al horno a una temperatura que Simone califica de "templada suave" yo calculo que esto serán unos 150 grados, durante 50 minutos.

Aunque no hace falta estar con la cabeza pegada al horno, si es conveniente pasarse de vez en cuando y preguntarle como se siente. Si no contesta, le pincharemos con un alambre o similar para comprobarlo por nosotros mismos.

Sacar del horno y desmoldar cuando esté templado.

Fin y a disfrutar ;)

domingo, 15 de febrero de 2009

Cuando Peter Pan dominó a su sombra

Ayer fuimos a ver la exposición del Thyssen sobre La sombra. Es curioso comprobar como casi todo en el arte comienza con ese impulso de intentar vencer a la muerte, ese ansia por atrapar el momento, por huir de lo efímero y dejar un legado. Según se cuenta en la exposición, el viejo Plinio sitúa el origen de la pintura en Corinto, donde una muchacha, hija de un alfarero, dibujó el contorno de la sombra de su amante sobre la pared. Con esta acción la muchacha quiso que él siempre estuviera con ella, que el momento fuera eterno, pero lo que no sabía es que su herencia sería aún más grande que su amor.
Warhol decía que todo lo que hacía estaba relacionado con la muerte. En este sentido La sombra tendría bastante que decir.
Ayer pudimos ver muchos tipos de sombras. La sombra del que acecha, la sombra que se alarga más allá de nuestro sufrimiento, la del que está, aunque no se sepa dónde, la sombra desolada de un hotel o la sombra que falta, una de las más inquietantes, porque si algo tiene la sombra es que todos tenemos una. Yo ahora me pregunto, cómo será mi sombra.