domingo, 15 de marzo de 2009

New York is all around


Nueva York está por todas partes. Está en los libros que leo, en la gente que conozco, en las películas que veo y en los dominicales que ojeo.
Francisco Ayala cumple 103 años, ha escrito todo, ha visto todo, ha sido y es memoria y guardian del siglo XX. En una entrevista, entre otras cosas, recuerda el caos de Nueva York.
En 1974 un francés poeta con los pies en el cielo decide realizar un acto sublime, cruzar los 43 metros que separan las Torres Gemelas de Nueva York usando un cable de funambulista y haciendo equilibrios sobre él durante casi una hora. El prefiere referirse al suceso como un acto "poético-criminal".
Una de mis mejores amigas consigue una beca para irse a Nueva York y me cuenta que Moby pincha a 10 euros debajo de su ventana. Vive en el Soho en un posmoderno y globalizado ambiente intercultural e interracial.
Nueva York es el destino de moda. Los snobs aprovechan para irse de compras, a su vuelta solo han visto la Estatua de la Libertad y Central Park. Vienen cargados de Levi's y Converse que compraron "mucho más barato que en España". Al aterrizar un gran sentimiento cosmopolitan les invade y dicen "Nueva York ya no es lo que era, se ha vuelto demasiado snob".
Nueva York es la esencia del arte. Ese melting point donde todos los artistas, poetas y bohemios han de ir para realizarse como tal. Warhol no hubiera sido Warhol sin Nueva York.
Las peliculas de superheroes no son nada sin Nueva York, las de acción tampoco.
New York, New York el destino que me persigue, del que me separan billetes de avión a precios bastante impopulares.

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